28 de agosto de 2012

Relevo al dolor.

Camino sin rumbo, con una sonrisa en la cara, y la sensación de libertad que hacía tanto tiempo que no sentía. Y entonces le veo. El motivo de tantos días aislada del mundo, de tantas lágrimas derramadas. Y está abrazando a alguien. A una chica. Imaginaba este momento, una y otra vez. Pensando en lo que sentiría. Dolor, rabia, impotencia. Pero lo cierto es que por mi mente, solo pasa un pensamiento: pobre chica. Él volverá a hacer todo lo que un día hizo conmigo, lo sé porque es lo único que sabe hacer. Y ella sufrirá tanto como sufrí yo. Solo espero que se de cuenta del tiempo que está desaprovechando.

Hacia un futuro eterno.

Hoy subo un pequeño escalón más. Cada vez llevo más camino recorrido. Largos años donde no han faltado ni sonrisas, ni lágrimas. Donde tras tantas decisiones tomadas, acababa equivocandome, o simplemente pasando esa prueba. Y ya queda menos para que el camino se termine, aunque aun me queda por recorrer. Debo seguir intentando elegir lo correcto, porque aun hay muchas decisiones por tomar. Pero sobre todo, debo seguir equivocandome, una y otra vez. Habrá muchas piedras en mi camino, y tropezaré con la mayoría de ellas, pero me levantaré, secaré mis lágrimas y seguiré adelante con una sonrisa. Porque asi, aprendiendo de cada error, es como llegaré a ser feliz.